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Un pedazo de Japón en Barcelona:
Una charla con Omotesandō 

Todo empieza en 2018 con un viaje a Japón en el que Joan Català, creador de Omotesandō, quedó fascinado con la fusión entre tradición y modernidad que se respiraba en Tokio. Concretamente en Nakameguro, el barrio donde descubrió las kokedamas.

Alejado del bullicio de la ciudad, Omotesandō se encuentra en un local que recuerda a un gran invernadero reconvertido en tienda y a su vez en espacio de creación. Con una marcada presencia japonesa por todo el espacio: desde la tipografía de la fachada y la forma del tejado, hasta las instrucciones de cuidado que acompañan a las plantas.

“Mucha gente se piensa que el bonsai es un tipo de árbol, pero en realidad es una técnica, igual que la kokedama”

CON LAS MANOS EN LA TIERRA

Las plantas llegan a Omotesandō en macetas (muchas veces de plástico) que son reemplazadas por recipientes sostenibles. En el caso de las kokedamas, como su propio nombre desvela -“bola de musgo” en japonés-, se trasplantan a un contenedor hecho con material 100% natural: una gran masa hecha a base de tierra y musgo cultivado que se acaba convirtiendo en su nueva maceta.

Joan nos explica que existe una creciente moda de ir almacenando plantas para crear “junglas urbanas” dentro de casa. Pero en Omotesandō se valora cada planta de manera individual y no como un conjunto, ya que cada creación es única y está elaborada de manera artesanal con mucho mimo. “A la gente le gusta el contacto directo con la naturaleza, poder crear sus plantas desde 0 y ver cómo van evolucionando”.

El catálogo de Omotesandō es amplio (Hankos, Ginzas, rosas preservadas…) y puede ir variando con el tiempo, pero sus dos grandes productos son las kokedamas y los jardines en un bol. Las primeras te conectan con la tierra ya que eres tú el que moldea el musgo para darle forma, obligándote a ensuciarte las manos. Mientras que los jardines en un bol son casi como obras de arte que haces a tu gusto y que te permiten ver cómo la planta va transformándose y creciendo en su propio ecosistema.

ESENCIA MEDITERRÁNEA

Hablamos con Joan sobre qué es lo que le llevó a colaborar con nosotros y nos contó que hace unos años le preguntaron por sus referentes y entre ellos nombró a Thinking MU: “Lo que más me gusta es que no os encasilláis únicamente como una marca de moda, ya que también sois arte, música, diseño… igual que nosotros”. En Omotesandō siempre buscan ir más allá, y por ese motivo las colaboraciones son una parte muy importante de su estrategia. A la hora de elegir con quién unirse se fijan tanto en los valores como en la estética de la marca, ya que la parte visual juega un papel clave.

Este proyecto surgió con el objetivo de acercar la cultura japonesa y el culto por la plantas al mundo occidental: un oasis de naturaleza dentro de casa. Pero la esencia de Barcelona siempre ha estado muy presente en la marca, ya que tanto el equipo como el lugar de creación están aquí. “Made in Barcelona es un sello que nos acompaña en cada paso que damos, nos sentimos muy ligados a Japón pero no nos olvidamos de dónde venimos”.